sábado, 18 de agosto de 2007


La flora y la fauna del llamado “movimiento de izquierdas antisistema” (segunda parte)
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amaiur










La flora y la fauna del llamado “movimiento de izquierdas antisistema” (segunda parte)
Sacado de BOLECHARLATÁN Lunes,29 de agosto de 2005




Os recomendamos leer la desternillante primera parte., si no algunas bromas no las entendereis. ¡¡¡La de risas que nos echamos!!!


De nuevo, sacado de Bolecharlatán


El delfín: miembro destacado del grupo del “séquito del gurú” (ver nº anterior) y principal aspirante a ser el sucesor. Su preferido, su protegido. El mejor del séquito.


El hormiguita: lo mueve todo, no para quieto. Es imprescindible. Si el se va de vacaciones su organización no hace absolutamente nada. Está en todas partes. Puede coincidir con las figuras del “hincha” o del “delfín” Curra más que nadie y se distingue del “machaca” en que el tiene un nivel político y una experiencia muy elevados.


El infiltrao: suele ser un tipo callado en las asambleas, no así en el bar. Busca adeptos entre la gente más joven y, según su impresión, más radical y violenta, para comerles el tarro. Sin embargo, no es muy activo y aparece y desaparece sin motivo. Nadie le conocía antes de llegar a la asamblea y nadie sabe nada de él. Sin estilo definido en el vestir. Suele tener trabajos poco creíbles o lejanos. Y a su alrededor se crea todo un estigma. Siempre hubo compañeros que sospechaban de él pero no lo quisieron decir para no crear mal rollito.


El posmoderno: variante del intelectualillo (ver nº anterior) obsesionado por la "precariedad", y su incomprensible jerga está repleta de palabrejas como precariado, cognitariado, precario cognitivo, desobediencia, contrapoder, nordeste italiano (sic), multitud, mitopoiesis, postoperaismo, copyleft/copyfight...


El ciberactivista: es de sobra conocido por todas y todos (error imperdonable en el texto de Bolecharlatán): pasa 20 horas conectado a Internet, está suscrito a 70 listas de correo, colabora en 20 webs distintas, participa activamente y de manera constante en foros, wikis y chats de lo más variado, está empezando a familiarizarse con el software libre y ya está montando un Indymedia en su barrio. Hay veces que se degrada a posmoderno, una desgracia.


La feminista revienta-asambleas: es la "feminista" cuya única razón de ser en política es afear la conducta de los activistas varones, a ser posible en reuniones lo más amplias posibles, y así conseguir la máxima repercusión posible. Ataca a la yugular sin contemplaciones cuando alguien argumenta que el tema de género "se tratará de manera transversal en todos los ejes o áreas temáticas".


El ginegogo: que, formando manada con sus afines, se acerca a la feminista diciendo "qué razón tienes, sí, sí, hay que combatir al patriarcado", dejando un rastro de babas propio de molusco gigante. La presencia de tales individuos debería bastar para explicar el habitual carácter cortante de la fémina en cuestión. Para ser más exactos, el ginogogo se caracteriza por ofrecer con entusiasmo la yugular (por algo se empieza, y la baba quizás sirve de anestésico) a la feminista "revienta-asambleas".


El cristiano de base de élite: (quizás omitido en el artículo por la dificultad de avistamiento del personaje) normalmente profesor de universidad (que no ha conseguido aun titularidad o cátedra); fuera de los círculos cerrados -comunidad eclesial de base- donde ejerce de gurú (muchas veces haciendo sombra, como ’laico comprometido’, a un sacerdote mucho más luchador que él), es difícil verle fuera de conferencias -siempre cargado de las ultimas novedades editoriales- y competiciones por puestos, cargos y portavocías; es difícil verle pegando carteles, cortando el tráfico o solidarizándose con alguna causa que tenga lugar a menos de 3.000 km de distancia. Se confunde con el oenegero, aunque suele poner una expresión de profunda comprensión y tragedia inminente (o de estreñimiento) si le hablan de ’violencia de los oprimidos’.


El anarquista radical de yo odio a los partidos: promueve la formación del black block en su barrio y el enfrentamiento directo con los cuerpos represivos, y que cuando esto sucede adopta la actitud del Capitán Araña, siendo el primero en escaquearse y desaparecer.


El mochilero panfletista: acude a todos los actos provisto de su mítica mochila. Causa distintas y variopintas reacciones entre la gente cuando hace su aparición, mientras unos parecen alegrarse otros salen por patas o desean que se los trague la tierra. El contenido de la mochila varía según el personaje. En ella puede haber desde un Diagonal o un CNT hasta un Resumen Latinoamericano, pasando por el maravilloso y fresco nuevo número del Bolecharlatan


El excursionista antiglobalización: con la excusa de perseguir a los poderosos y boicotear las cumbres del G8. Aprovecha para viajar y conocer mundo por un módico precio, al mismo tiempo que se libera y relaja de sus aburridas ocupaciones laborales, generalmente como funcionario, y puede liberar adrenalina practicando su deporte de riesgo favorito el antisisteming


Los ausentes SMS: Acuden a todas las reuniones por la cervecilla de después, se comprometen a ir el domingo a la marcha, la mani o "el acto" y el domingo llega y como se habían ido al concierto de todos los sábados, o a la "rave" o a tocar los bongos, no se pueden levantar antes de las 15h. Suelen disculparse con SMS


Los de siempre: las 25 personas de cada comarca que siempre siempre siempre (así pasen las décadas) están en todos los fregaos. Pueden realizar nostálgicas revisiones de su pasado revisando gruesos álbumes de recortes de periódico.


Los 24 horas: generalmente estudiantes que, debido a su inmensa cantidad de tiempo libre y nulas responsabilidades laborales, familiares o domésticas, dedica una parte considerable de su tiempo a la militancia. Suelen quejarse de la poca implicación de los demás. Abandonan drásticamente grupos cuando consiguen su primer contrato parcial.


El paranoico: es una especie aparte. Es el que ve maderos y estupas por todas partes. Obliga a todo el mundo a apagar el móvil antes de las asambleas, interroga a todo el mundo por su filiación política y colectivo de origen, y repite una y otra vez eso de "cuidado, que aquí puede haber micrófonos". Muchas veces llega tarde a las asambleas porque "le estaban siguiendo, y ha tenido que despistarlos". Es tan poco avispado que siempre acaba acusando al pobre TERAPIAS de ser el topo, y luego se va a tomarla tan pancho con el ANTIFA, que es el que en realidad pasa los informes a la pasma.


El vasco frustrao: Primo-hermano del “Radicalillo”, el “vasco frustrrao” es un personaje (hombre o mujer) con aspecto idéntico a un/a borroka, con su lauburu al cuello, su pelo característico -ese que comparten okupis y abertzales-, pendientes de aro y sus clases de euskera por correspondencia o internet. Es probable que haya militado algunos meses en CNT o haya estado relacionado con grupos libertarios o autónomos. Es fiel lector de Gara y Berria, además de asiduo a la semana grande de Bilbo y a todas las fiestas populares que se dan por Hegoalde. En Hegoalde escucha con atención todo lo que se dice en las Herriko Tabernas, y al volver a su tierra, cargado de todo tipo de publicaciones y merchandaising borrokil, ejerce de consultor del "movimiento" con cualquier tema relacionado con el "conflicto vasco". Escarbando en su árbol genealógico ha conseguido encontrar remotísimos vínculos familiares con Euskal Herria, por lo que el tema le toca de lleno y no acepta ningún tipo de broma o tratamiento poco respetuoso al respecto. Por supuesto, cuando puede viaja a Madrid -en el caso de que no sea de la capital, claro- y asiste a todos los juicios que hay en la Audiencia Nacional relacionados con la Kale Borroka, SEGI, etc etc,... aunque no ha sido visto en muchos otros de compas de su propia ciudad o pueblo. El “radicalillo" espera cautelosamente a que llegue la revolución para poder salir a las calles con sus camaradas a proclamar la libertad y a ajusticiar al opresor. El “vasco frustrao” no hace nada porque no hay condiciones objetivas para hacer un trabajo político serio, que esto no es Euskadi, que ostias.




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